Los videojuegos de plataformas o, simplemente, plataformas, son un género de videojuegos en los que el jugador tiene que saltar sobre plataformas suspendidas o a lo largo de obstáculos y enemigos hasta llegar a una meta. Se considera la presencia de un botón o función de saltar como parte central de la forma de juego de este género, aunque en algunos casos la capacidad de saltar del personaje es reemplazada por otras similares como escalar con ganchos o utilizar resortes. Es muy común que incluyan también elementos de otros géneros como disparos, beat 'em up o aventura.
Evolución[]
Años 1980[]
El género nace en las máquinas arcade con los pioneros Space Panic y Donkey Kong en 1981. El uso de la gravedad y el empleo de escaleras o saltos para moverse a través de las plataformas que flotan a lo largo de la pantalla fue lo que hizo diferenciarse a esta clase de juegos de otros de su época, como los familiares del Pac-Man, donde la perspectiva era cenital y no había gravedad. El género no terminó de definirse hasta la aparición de Pitfall!, publicado por Activision para Atari 2600 en 1982, que introdujo el scroll horizontal. No obstante, la poca capacidad de las consolas de la época (Atari 2600, Colecovision y similares) no era lo suficiente para explotar esta clase de juegos, por lo que las plataformas pasaron sin pena ni gloria por la Crisis del videojuego de 1983, apareciendo algunos títulos para ordenador como Manic Miner (1983) y su secuela Jet Set Willy (1984). También por aquella época aparecieron los primeros juegos isométricos, de la mano de SEGA con su Congo Bongo (1983).
La gran explosión de las plataformas vino de la mano de Super Mario Bros. y Nintendo Entertainment System (NES) de Nintendo en 1985. Este videojuego no solo revolucionó el género de las plataformas, sino que supuso también toda una revolución en la industria de los videojuegos, relanzando otra vez las videoconsolas (especialmente de NES), que tras la Crisis del videojuego de 1983 habían sido arrasadas por las computadoras personales de bajo coste como el Commodore 64. El Super Mario Bros. introdujo en el género de plataformas una serie de elementos que sentarían precedente: la recolección de 100 ítems para conseguir vidas extra (en este caso, monedas), y la división en subniveles de los mundos.
Durante el reinado de NES en la segunda mitad de la década 1980 el género de las plataformas en 2D vivió sus mejores momentos. Por una parte la popularización de la fórmula de Mario en las máquinas arcade trajo grandísimos títulos como New Zealand Story y Bubble Bobble, de Taito, o Adventure Island de Hudson. Por otro lado las posibilidades de una consola casera permitieron la aparición de juegos mucho más largos, dando origen a los plataformas de exploración como Metroid (1986) o Castlevania III: Dracula's Curse (1989). Este subgénero tenía generalmente una historia y una ambientación más desarrollada, y un estilo de juego más orientado a exploración de los escenarios que al juego lineal y rápido de Super Mario Bros. o los títulos provenientes de máquina Arcade. Títulos como Ghosts 'n Goblins, Mega Man, Contra o más tarde Prince of Persia (1989) fueron aportando frescura y popularidad al género durante la segunda mitad de la década 1980.
Años 1990[]
En la primera mitad de la década 1990 el género se estandarizó por completo tanto en las consolas de 16 bits (Super Nintendo Entertainment System (SNES) y Sega Mega Drive) como en las consolas portátiles (Game Boy y Sega Game Gear). En los 16 bits salieron grandes títulos como de Sonic the Hedgehog para Mega Drive o Super Mario World para SNES. Pero la popularización de los plataformas también dio lugar a miles de juegos de baja calidad, con toda clase de temas, saliendo como verdaderas plagas juegos con licencias de series o películas como Gremlins, Los Simpson, etc. Entre la marea de juegos de plataformas que se lanzaron en esta época, destacaban de vez en cuando títulos con un diseño innovador como Earthworm Jim, Aladdin, El Rey León o Another World. La última gran revolución en las plataformas en los 16 bits vino con Donkey Kong Country de Rare, que utilizando un avanzado sistema de pre-renderización de los gráficos, explotó por completo las capacidades de SNES.
Con la aparición de las 3D y la nueva generación de consolas se experimentó la conversión del género a la tercera dimensión. Los primeros títulos como Clockwork Knight para Sega Saturn presentaban gráficos tridimensionales pero un esquema de juego lineal, similar a los plataformas de toda la vida. Este tipo de juegos se consideran "2.5D". También se debe mencionar puntualmente el Jumping Flash, un videojuego para PlayStation que adaptaba los elementos de los juegos de plataformas con la jugabilidad en primera persona al estilo Doom.
No fue hasta la aparición de Super Mario 64 cuando se consiguió la fórmula correcta para adaptar el género a las 3D. Super Mario 64 introdujo escenarios completamente tridimensionales donde la libertad y la cantidad de movimientos por fin consiguieron trasladar la jugabilidad, característica esencial de los plataformas, a la tercera dimensión. La genial fórmula de Super Mario 64, uno de los mejores y más influyentes títulos de la historia, tocó techo nada más estrenar el estilo en las 3D, y ningún título aportó nada excesivamente importante al género durante los años siguientes.
También con las nuevas consolas de 32 bits, con alta capacidad de almacenamiento en CD-ROM, permitieron realizar grandes videojuegos de plataformas en 2D que revitalizaron el género, como Rayman, Castlevania: Symphony of the Night o Abe's Oddysee, que introdujo una innovadora inteligencia artificial para los enemigos. También se crearon excelentes videojuegos en 2.5D, que aprovechaban las capacidades técnicas de la nueva generación de consolas manteniendo un estilo de juego más clásico, como Crash Bandicoot y Klonoa para PlayStation o Nights into Dreams para Sega Saturn.
Años 2000[]
En la década de los 2000 se han seguido continuando las fórmulas establecidas en la generación de los 32 y los 64 bits en cuanto a los juegos en 3D y en 2,5D. Sobresalen en esta época el videojuego Sonic Adventure 2 para la consola Dreamcast y Psychonauts (2005), un videojuego realizado por Tim Schafer, uno de los autores de Monkey Island.
La aparición de Game Boy Advance en la primera mitad de la década también ha traído una nueva juventud a los juegos en 2D en la portátil, saliendo al mercado numerosos títulos que continúan el estilo marcado en la época dorada de los 16 bits, así como reediciones de videojuegos clásicos de NES y SNES. En este resurgir de los plataformas clásicos se destaca Cave Story (2004), un videojuego freeware para PC que combina elementos de plataformas clásicos, de exploración, y arcade que, aún manteniendo la estética 16 bit.
Con las nuevas interfaces de las consolas de Nintendo, se experimenta con nuevas fórmulas para la jugabilidad, haciendo uso de la pantalla táctil de Nintendo DS o del mando de Wii. Algunos videojuegos ya salidos al mercado, como Super Mario 64 DS, u otros preparados para el lanzamiento de Wii, como Super Mario Galaxy, o las conversiones de Super Monkey Ball y Rayman para esta consola, esbozan lo que depara al género de plataformas en los próximos años, pues el avance de la tecnología influye mucho en los videojuegos, y cada vez se exponen nuevas creaciones y desafíos que estimulan al máximo toda la atención humana.
Años 2010[]
A comienzos de esta década se produce un auge en los plataformas de avance 2D, llegando a convertir a los plataformas 3D en un subgénero minoritario. Muchas franquicias que habían dado el salto a los 3D vuelven a las 2 dimensiones debido entre otras cosas a menores costes de desarrollo y problemas de cámara que sufren muchos plataformas 3D y que no se conseguían arreglar.
Ejemplos de juegos que volvieron a las 2 dimensiones son Rayman Origins, Donkey Kong Country Returns y Sonic Generations. Sin embargo, y sobretodo en los cada vez más populares videojuegos independientes, también se crearon plataformas 2D completamente nuevos, como Super Meat Boy y Fez
Clasificación[]
Los videojuegos de plataformas suelen clasificarse en varios subgéneros según la perspectiva utilizada y la forma de juego.
Según la perspectiva[]
Plataformas con vista lateral[]
Los videojuegos de plataformas en 2D se caracterizan por usar scroll de la pantalla, tanto horizontal (ej. Super Mario Bros. o Sonic the Hedgehog) como en vertical (ej. Bubble Bobble y Donkey Kong). Es el estilo de plataformas más clásico y es el más característico de las videoconsolas de 8 bits y 16 bits.
Plataformas en 2.5D[]
Son videojuegos con desarrollo en 2D pero con gráficos tridimensionales como Pandemonium, Tombi 2 o Klonoa.
Plataformas isométrico[]
Además de los videojuegos de plataformas en 2D y 3D, existen los isométricos, que usaban esta proyección para darle un aspecto en 3D con gráficos en 2D. Estos videojuegos son característicos de los ordenadores hogareños de la década 1980, donde obtuvieron su mayor popularidad y destacan Batman y Fairlight para Amstrad CPC.
Plataformas en 3D[]
Los videojuegos en 3D involucran diferentes perspectivas, en las que el jugador se siente inmerso.
Según la mecánica de juego[]
Plataformas de exploración[]
Los videojuegos de plataformas de exploración tienen un estilo de juego diferente a los plataformas tradicionales, predominando el uso de escenarios más grandes, que se han de recorrer varias veces y en varias direcciones, una evolución continua de las habilidades del personaje y generalmente con un argumento y ambientación mucho más desarrolladas. Los más conocidos son las sagas de Metroid y Castlevania (este último solo aquellos conocidos con el adecuado término "metroidvania").
Referencias[]
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